sábado, 22 de diciembre de 2007

Aquella ambigua esquina del amor.

El niño siempre queda mal parado en aquella ambigua esquina del amor. La niña pasa por ahí todos los días y ciega tropieza con cualquier irregularidad de la vereda, se cae y comienza a llorar. Siempre la misma historia, año tras año y día tras día lo mismo.

Ya 20 largos años pasaron y nunca lograron descubrirse. Un día, no hace mucho tiempo atrás, la niña sin querer cayó sobre los pies del niño sin notarlo, pero éste, tan ingenuo como siempre, la miró a los ojos y no supo que decirle. La niña ni se fijó en él porque su mirada estaba erróneamente clavada en aquel objeto tan superficial que cegaba sus tristes y melosos ojos. Una vez más, el niño quedó mal parado en aquella ambigua esquina del amor.

1 comentario:

Negrita dijo...

¡Que ambigua esa esquina del amor que a mí me dejó sentada y vos mal parado!
Pareciera ser que estamos los dos sentados en el mismo lugar, observando con ojos cubiertos de llantos, esas personas pasar. Pasan y vuelven a pasar, pero no ven más allá, sus ojos estan nublados y nosotros en espera que salga el sol.