lunes, 26 de noviembre de 2007

¿Qué va a pedir?

Anoche fue una noche muy confusa, en realidad fue un día muy confuso. Todo parecía venirse abajo y yo no me había enterado. Así fue que decidí chatear con Cati para ahogar mis penas y tras una larga discusión acerca del domingo, amores y demás, decidí abandonar la charla y recostarme a leer en mis aposentos indignado por no encontrarle una solución a este desagradable día.
Cuando deduje que el domingo concluiría en algún cuento de Cortazar, un mensaje de texto alteró mis sentidos. Así se creó esta especie de cuentito de alto presupuesto:

Sms de Cati:
-¿Qué va a pedir?
-Un vaso de amor, una amistad con mucha pimienta y felicidad de postre. El vaso de amor que este caliente, no me gusta frío-
Sms de Emi:
- ¿Y el señor? ¿Lo de siempre?
-Si por favor, una lágrima con dos cucharadas de angustia.
Sms de Cati:
-Señor, ¿No prefiere el menú del día? Hay amor a primera vista salteado con risas, y para tomar un buen vino de optimismo.
Sms de Emi:
-Como preferir lo prefiero, pero lamentablemente no lo voy a poder pagar. Tráigame la lagrima no más.
Sms de Cati:
-Lo lamento señor, la muchacha de al lado suyo se acabó todas.
Sms de Emi:
- Entonces tendré que cruzarme al bar del frente, una lágrima se consigue rápido y fácilmente.
Sms de Cati:
-Sí señor, pero las lágrimas de allá están hechas a base de llantos de niños, usted toma una y al instante quiere otra, va a seguir llorando un llanto superficial.
Sms de Emi:
- Eso que usted dice lo comprendo, pero es muy fácil hallar lágrimas a buen precio. Igualmente no puedo pagar el menú del día, ¿me recomienda algo?
Sms de Cati:
- Me temo que hoy es su día de suerte señor, hoy es domingo de oferta, se lleva el menú del día a sólo un baile con quince sonrisas.
Sms de Emi:
-¿Y el amor quién me lo da?
Sms de Cati:
- La casa se reserva el derecho de otorgar nombres, la casa da amor, pero uno mismo tiene que saberlo encontrar.
Sms de Emi:
- Y para encontrar hay que buscar, para buscar hay que tener tiempo. Disculpe, pero prefiero tomar una lágrima del bar del frente. ¿Cuál es el nombre? ¿Café Soledad?
Sms de Cati:
- El bar del frente está por cerrar, el vaso de vueltero que se acaba de tomar lo dejó sin tiempo y también gastó el mío. Vaya señor a casa, también tengo que cerrar.
Sms de Emi:
- ¿Usted me está echando?

Inmediatamente recibí un llamado de Catalina diciéndome que si… Me estaba echando porque había bebido un vaso de sueño con un poquito de pachorra.
Así fue como después de un día que algunos podrían haber calificado como un día de mierda, pude dormir con una sonrisa dibujada en mi cara, la cual se borrará cuando llegue la cuenta de Personal.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El exilio místico

A veces la vida te sorprende y te pone en el lugar indicado, con la gente adecuada, pero en mal momento. En muy poco tiempo aprendí a quererlos y a verles las caras todos los días, pero en muy poco tiempo decidieron irse ¿Los auyenté?

Cuando llegué era el pichón de producción. Hoy, gracias a Rasta y Noti soy redactor, por eso quería ofrecerles este post, para darles una especie de despedida, pero despedida de la agencia, porque ya saben que el teléfono siempre está prendido y el asador de casa los espera para algunas largas horas de charlas y cervezas.

No es muy común conocer gente nueva que realmente valga la pena. Menos común es conocer a dos locos lindos que quieren llegar a México en una Combi. Algunos tildarán de chiflados a dos excelentes publicitarios que se están por recibir y ya no quieren trabajar en una agencia. Otros tildarán de genios a dos adultos que cuando trabajan parecen niños. A veces es poco común encontrar una carpeta en una computadora que diga: “Música típica de la nación Mística”, pero sólo a veces. Tal vez no sea normal que alguien te regale un libro y ponga todas sus fichas en vos tras escasas semanas de conocerte. Tal vez, no sea normal que aprendas a querer a alguien en tan poco tiempo. Podríamos aseverar que en un departamento creativo debería haber redactores, pero siempre está la excepción que confirma la regla: En Crackpot/ADV hay Místicos ¿Deberíamos conocer bien a alguien para decidir una amistad? Este no es el caso.

¿Qué parámetros debo tomar para decidir qué es normal y qué no lo es? La verdad es que ya no lo sé y no lo sé por culpa de estos dos energúmenos que me dieron vuelta la página y rompieron ese muro imaginario que existía entre lo normal y lo raro.

Hoy ver un pato me parece raro y luchar con lapiceras normal. Pero después de todo no está tan mal ¿Será por eso que los voy a extrañar?

sábado, 10 de noviembre de 2007

Sabio de botellas

Bueno mi querida Cati, ya que hablamos mucho sobre la locura y todas sus formas, a continuación voy a dedicarte este post:

Una vez un sabio de botellas que encontré en la calle, me dijo que la locura era incurable. Bebió un sorbo de vino, miró una mariposa que volaba cerca de él y dio vuelta su cara.

Yo frené mi paso y retrocedí unos metros para preguntarle por qué decía eso. Evidentemente mi pregunta sobresaltó sus sentidos ya que giró su cabeza, mirándome fijo a los ojos y con cara de perro que está por morder, preguntó: “¿No será que vos querés saber por qué te lo dije a vos?” ahí me quedé mudo, no sabía que contestarle. Volvió a desviar su mirada y me ignoró.

Yo emprendí la retirada pensativo, como si hubiese perdido una batalla por mal uso de la lógica. Entonces me puse a repasar y rebobiné el casette a unos escasos segundos antes de encontrarme con este personaje. Ahí recién descubrí por qué el viejo me hizo esa pregunta: Yo venía cantando a los gritos pelados, sin que nada me importara, valla a saber qué canción.

A esta altura yo ya había cruzado la plaza colón rumbo al centro y decidí volver. En el mismo banco el viejo de barbas plateadas me esperaba ansioso. Me senté a su lado, me miró y demandó un cigarrillo. Yo accedí. Cuando el tabaco comenzó a arder, me dijo que le hiciera caso, “los locos no se curan, si no mirame a mi” yo retruqué su consejo preguntándole si era feliz. Me miró, se paró y dijo: “Mientras esta caja esté llena yo voy a ser feliz” palmeó mi hombro y se fue.

Me quedé tecleando un rato, pensando en cómo podría llenar mi caja de vino. Tras un largo debate entre mi ello, yo y súper yo, encontré la solución en la locura, ya que sólo en un estado de locura uno puede ser feliz. Lo importante es que también descubrí que todos estamos un poco locos, algunos más y otros menos, el secreto está en aprender a saborear y disfrutar.

Lo que quiero que entienda Cati es que hay locos lindos y otros con cara de locos, hay locos de remate y locos que ya fueron vendidos, hay locos de la cabeza y locos de amor, hay locos que fuman petardos y locos que comen vidrio, pero siempre, siempre hay locos.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Infinita Tristeza

Este post quería dedicárselo a Tiburoncín pero evidentemente los acontecimientos del día no me permiten hacerlo, Cati entenderá y prometo el próximo para ella.

Este va para Laura:

Infinita tristeza. Así empieza una canción de Manu Chao que nunca había entendido hasta hoy, hasta el momento en que me refutaste todas tus teorías sobre el amor. Quizá nunca había entendido el significado de esta frase por vivir de ilusiones prematuras que construía en mi cabeza y hacía salir de tu boca sin escuchar realmente lo que me decías.

No supe bien que canción tocar, que cuento escribir ni con que amigo hablar. Todo me decía tu nombre, todo lo que escribía era para vos y todos mis amigos no sabían que decirme, o más bien si sabían pero yo no los quería escuchar.

Tomé coraje, dejé la guitarra de lado, esa con la que charlaba con vos y decidí darle un golpe a mi corazón tratando de abrir los ojos y poniendo las cosas en claro, tan claro que no medí las consecuencias.

Evidentemente, como dijiste hoy, esta no es nuestra vida. A lo mejor cuando seamos perro, gatos o árboles podamos compartir la vida, pero nunca entenderé la veda que impusiste en tu corazón.

Hoy la tristeza se torna infinita, mañana no se.